
Almacenamiento de energía térmica
ConceptoSobre
Los sistemas de almacenamiento de energía térmica (TES) están diseñados para almacenar energía térmica para su uso posterior, mejorando así la eficiencia y la flexibilidad de los sistemas energéticos. Estos sistemas utilizan diversas tecnologías, como el almacenamiento de calor sensible, el almacenamiento de calor latente y el almacenamiento termoquímico. El almacenamiento de calor sensible implica calentar o enfriar un medio, como agua o sales fundidas, para almacenar energía. Este método se utiliza ampliamente debido a su simplicidad y rentabilidad. El almacenamiento de calor latente emplea materiales de cambio de fase, que absorben y liberan energía durante las transiciones de fase, ofreciendo una mayor densidad energética. Los sistemas TES son cruciales para la integración de fuentes de energía renovables en la red, ya que ayudan a equilibrar la variabilidad de la energía solar y eólica. La tecnología de sales fundidas, por ejemplo, se utiliza en plantas de energía solar concentrada para almacenar calor a altas temperaturas, lo que permite la generación de electricidad incluso cuando no hay luz solar disponible. Los materiales de cambio de fase también se utilizan para aplicaciones de almacenamiento a corto plazo, como los sistemas de refrigeración. En general, los TES facilitan un suministro continuo de energía renovable al almacenar el exceso de calor para su uso posterior, lo que los convierte en un componente vital de los sistemas energéticos sostenibles.