Batalla de Midway

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La Batalla de Midway fue un enfrentamiento naval crucial en el Teatro del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, que tuvo lugar del 4 al 7 de junio de 1942. Marcó un punto de inflexión significativo en la guerra, ya que la Armada de los Estados Unidos derrotó decisivamente a la Armada Imperial Japonesa. El plan japonés, liderado por el almirante Isoroku Yamamoto, pretendía capturar el atolón de Midway y atraer a la Flota del Pacífico estadounidense para destruirlo. Sin embargo, descifradores de códigos estadounidenses habían interceptado las comunicaciones japonesas, lo que permitió al almirante Chester Nimitz preparar una emboscada. La batalla resultó en el hundimiento de cuatro portaaviones japoneses y un crucero pesado, con más de 3000 bajas japonesas. Estados Unidos perdió un portaaviones y un destructor, con bajas de personal relativamente bajas. Esta victoria detuvo la expansión japonesa y inclinó la balanza estratégica a favor de los Aliados. Preparó el escenario para posteriores ofensivas aliadas, contribuyendo en última instancia a la rendición de Japón en 1945. La batalla de Midway se considera una de las batallas navales más decisivas de la historia y demuestra la importancia de la inteligencia y la planificación estratégica en la guerra.