Batalla de Stalingrado

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La Batalla de Stalingrado, librada del 17 de julio de 1942 al 2 de febrero de 1943, fue un enfrentamiento crucial en el Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial. Enfrentó a las potencias del Eje, lideradas por la Alemania nazi, contra la Unión Soviética. La batalla se centró en la ciudad de Stalingrado (actual Volgogrado), un enclave industrial y estratégico clave a orillas del río Volga. La ofensiva alemana tenía como objetivo capturar la ciudad, lo que habría asegurado importantes conexiones de transporte y proporcionado una victoria simbólica para Adolf Hitler. La batalla marcó un punto de inflexión significativo en la guerra. El contraataque soviético, la Operación Urano, rodeó al 6.º Ejército alemán, lo que provocó su rendición. Esta derrota fue la primera gran pérdida para la Alemania nazi, marcando un cambio de rumbo a favor de los Aliados. La batalla causó numerosas bajas en ambos bandos, con estimaciones que sugieren más de dos millones de muertos. Simbolizó la resiliencia de las fuerzas soviéticas y asestó un duro golpe a la moral alemana, contribuyendo finalmente a la derrota de la Alemania nazi.