Compra de Alaska

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La Compra de Alaska fue un acontecimiento histórico significativo en el que Estados Unidos adquirió Alaska del Imperio ruso en 1867. La compra se formalizó por 7,2 millones de dólares, equivalentes a aproximadamente 129 millones de dólares actuales. Esta transacción marcó el fin de la expansión rusa en Norteamérica y expandió el territorio estadounidense en 586.412 millas cuadradas. Las negociaciones fueron lideradas por el secretario de Estado estadounidense, William H. Seward, y el diplomático ruso, Eduard de Stoeckl. El tratado se firmó el 30 de marzo de 1867 y fue ratificado por el Senado estadounidense el 15 de mayo de 1867, con la transferencia de soberanía el 18 de octubre de 1867. La compra fue recibida inicialmente con escepticismo, y los críticos la calificaron de "la locura de Seward" debido a la aparente falta de valor de Alaska. Sin embargo, el descubrimiento de oro en el Yukón en 1896 puso de relieve el potencial de Alaska. La adquisición posicionó estratégicamente a Estados Unidos en la región Asia-Pacífico y posteriormente resultó crucial durante la Segunda Guerra Mundial. Charles Sumner desempeñó un papel clave para lograr la aprobación del tratado en el Senado, pasando de ser escéptico a un firme defensor tras una exhaustiva investigación. Alaska siguió siendo un territorio hasta que se convirtió en el 49.º estado de Estados Unidos el 3 de enero de 1959.