Convenio de Basilea

Sobre

El Convenio de Basilea es un tratado internacional destinado a regular los movimientos transfronterizos de residuos peligrosos y otros desechos. Adoptado en 1989 y en vigor desde 1992, busca proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos adversos de la generación, gestión y eliminación de residuos peligrosos. El Convenio se aplica a una amplia gama de residuos, incluyendo los peligrosos y categorías como los residuos domésticos y los residuos electrónicos. Hace hincapié en prácticas de gestión ambientalmente racionales, fomentando la minimización y la eliminación de residuos lo más cerca posible de la fuente de generación. Entre sus disposiciones clave se incluye el requisito del consentimiento informado previo de los países importadores y de tránsito antes de que se puedan realizar envíos de residuos. El Convenio también prohíbe las exportaciones a terceros países, salvo que se rijan por un acuerdo independiente que garantice una gestión igualmente racional. Las Partes deben presentar informes anuales sobre los movimientos de residuos y adherirse a las normas internacionales de embalaje, etiquetado y transporte. El Convenio de Basilea se ha fortalecido con el tiempo con enmiendas, como la Enmienda de Prohibición y actualizaciones recientes que abordan los residuos plásticos y electrónicos. Desempeña un papel crucial en la promoción de la cooperación mundial en materia de gestión de residuos y protección del medio ambiente.