
Crac de Wall Street de 1929
Acontecimiento historicoSobre
El desplome de Wall Street de 1929 fue un acontecimiento crucial en la historia estadounidense, marcando el inicio de la Gran Depresión. Ocurrió a finales de octubre de 1929, siendo los días más significativos el "Jueves Negro" (24 de octubre) y el "Martes Negro" (29 de octubre). En estos días, las ventas de pánico provocaron pérdidas masivas en la bolsa, con más de 12,9 millones de acciones negociadas el Jueves Negro y 16,4 millones el Martes Negro[1][2]. El desplome se vio impulsado por la especulación y el apalancamiento excesivos en el mercado bursátil, así como por debilidades económicas subyacentes como la sobreproducción y la mala distribución de la renta[3][4]. El desplome tuvo profundas repercusiones en la economía mundial, provocando quiebras bancarias generalizadas, un alto desempleo y una fuerte caída del gasto de los consumidores[1][3]. Impulsó importantes cambios regulatorios, incluyendo la Ley Glass-Steagall de 1933, destinada a estabilizar el sistema financiero[1][3]. La Gran Depresión duró hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, alterando fundamentalmente las actitudes sociales hacia los mercados financieros y la estabilidad económica[4][5].