Derrame de petróleo del Exxon Valdez

El derrame de petróleo del Exxon Valdez, también conocido como Derrame de petróleo del Exxon Valdez, fue un desastre ambiental devastador que ocurrió el 24 de marzo de 1989 en Prince William Sound, Alaska. Se considera uno de los derrames de petróleo más importantes de la historia, con consecuencias de gran alcance para el medio ambiente, la vida silvestre y las comunidades locales. En esa fatídica noche, el superpetrolero Exxon Valdez, operado por la Exxon Shipping Company, encalló en un arrecife en el estrecho, liberando millones de galones de petróleo crudo en las aguas prístinas. El derrame tuvo un profundo impacto en el ecosistema, con daños generalizados a la vida marina, los hábitats y los ecosistemas. Miles de aves, nutrias marinas y otros animales murieron o resultaron heridos, y la mancha de petróleo se extendió por cientos de millas de costa, contaminando playas, estuarios y humedales. Las tareas de limpieza, que duraron meses, fueron extensas y costosas, pero el daño fue en gran medida irreversible. El derrame de petróleo del Exxon Valdez sirvió como una llamada de atención para la industria petrolera y los gobiernos de todo el mundo, destacando la necesidad de mejorar las medidas de seguridad y los planes de respuesta a emergencias para evitar que desastres como este ocurran en el futuro.