
Ejercicio y actividad física
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El ejercicio y la actividad física son componentes esenciales de un estilo de vida saludable, ofreciendo numerosos beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. La actividad física regular ayuda a controlar el peso, reduce el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiopatías, la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, y mejora la densidad ósea[1][3][5]. También mejora la salud cardiovascular al mejorar la circulación y la presión arterial[1][3]. Además, el ejercicio favorece el bienestar mental al reducir el estrés y la ansiedad mediante la liberación de endorfinas, que actúan como estimulantes naturales del estado de ánimo[2][4]. La actividad física promueve un mejor sueño, aumenta los niveles de energía y mejora la función cognitiva[3][4]. Brinda oportunidades para la interacción social, lo que puede ayudar a combatir la soledad y el aislamiento[4]. El ejercicio regular puede incorporarse a la rutina diaria mediante actividades sencillas como caminar o las tareas del hogar, haciéndolo accesible para todos[3][5]. Al adoptar un estilo de vida físicamente activo, las personas pueden mejorar significativamente su calidad de vida en general, mejorando tanto la salud física como el bienestar mental.