El escándalo de Fujimori en Perú

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El escándalo peruano que involucra al expresidente Alberto Fujimori abarca importantes abusos de derechos humanos y una corrupción generalizada. Durante su presidencia, de 1990 a 2000, el gobierno de Fujimori se vio empañado por prácticas autoritarias, incluyendo el uso de escuadrones de la muerte como el Grupo Colina. Este grupo fue responsable de masacres como los incidentes de Barrios Altos y La Cantuta, que resultaron en la muerte de civiles identificados erróneamente como terroristas[2][4]. Fujimori fue finalmente condenado por estas violaciones de derechos humanos, lo que marcó un hito histórico para un presidente electo democráticamente en ser juzgado y sentenciado en su propio país[2][4]. El régimen de Fujimori también estuvo marcado por una extensa corrupción, con acusaciones de malversación de fondos y soborno. Su asesor, Vladimiro Montesinos, desempeñó un papel central en estas tramas, influyendo en instituciones clave como el poder judicial y los medios de comunicación[1][3]. La red de corrupción implicaba el desvío de fondos públicos para beneficio personal y manipulación política, socavando los procesos democráticos[3]. Fujimori enfrentó numerosos juicios y fue condenado a prisión por estos delitos, aunque recibió un indulto humanitario en 2017, que fue confirmado en 2023[5]. A pesar de estos desafíos legales, Fujimori siguió siendo una figura polarizadora en la política peruana hasta su muerte en 2024[5].