El lobo y el niño

Sobre

"El niño que gritó lobo" es una fábula atemporal atribuida a Esopo, que advierte sobre los peligros de la deshonestidad y la pérdida de confianza. La historia gira en torno a un joven pastor encargado de cuidar un rebaño de ovejas. Aburrido de sus obligaciones, el niño decide gastar una broma pidiendo ayuda falsamente, alegando que un lobo ataca su rebaño. Repite este truco varias veces, engañando cada vez a los aldeanos, quienes acuden en su ayuda, pero no encuentran al lobo. La moraleja de la historia se revela cuando aparece un lobo, y los gritos de auxilio del niño son recibidos con escepticismo. Los aldeanos, engañados en repetidas ocasiones, se niegan a creerle, lo que lleva a consecuencias devastadoras. Esta fábula destaca la importancia de la honestidad y las consecuencias de mentir, enseñando que la credibilidad es esencial para recibir ayuda cuando realmente se necesita. Sirve como recordatorio de que la confianza, una vez rota, puede ser difícil de restaurar.