El récord de salto de longitud de Bob Beamon
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El récord de salto de longitud de Bob Beamon en los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México de 1968 es uno de los momentos más emblemáticos de la historia del deporte. El 18 de octubre, Beamon saltó la asombrosa cifra de 8,90 metros (29 pies y 2,5 pulgadas), batiendo el récord mundial existente por 55 centímetros (21,75 pulgadas). Esta hazaña no solo rompió el récord, sino que también superó todos los saltos anteriores, marcando la primera vez que alguien superaba los 8,5 metros (28 pies). La actuación de Beamon fue notable, dadas las condiciones: un viento a favor de 2 metros por segundo y el aire enrarecido de la Ciudad de México. El logro de Beamon dejó atónitos a sus competidores, y Lynn Davies comentó: «Han destrozado esta prueba». El récord se mantuvo durante casi 23 años hasta que Mike Powell lo rompió en 1991. El salto de Beamon sigue siendo el récord olímpico y el segundo salto más largo legal con viento en contra de la historia. Su actuación transformó la percepción del salto de longitud, lo que le valió un lugar en el Salón de la Fama Olímpico de Estados Unidos. El impacto del salto de Beamon fue tan profundo que inspiró un nuevo adjetivo, "Beamonesco", para describir las hazañas espectaculares del deporte.
