Mantenerse hidratado

Sobre

La hidratación es crucial para la salud general, desempeñando un papel fundamental en el mantenimiento de las funciones corporales. El agua constituye una parte sustancial de nuestro peso corporal y es esencial para todos los fluidos corporales, como la sangre, la orina y la saliva[1]. Una hidratación adecuada favorece el rendimiento físico, la función cognitiva y la digestión, a la vez que previene problemas como dolores de cabeza y estreñimiento[3][5]. Una hidratación adecuada es especialmente importante para la salud de la columna vertebral, ya que los discos intervertebrales dependen en gran medida del contenido de agua para mantener su estructura y función[2][4]. La hidratación ayuda a que estos discos se mantengan flexibles y resistentes, lo que reduce el riesgo de dolor de espalda y lesiones de columna[2]. Mantenerse hidratado favorece la lubricación articular y el bienestar general, lo que destaca su importancia para mantener un estilo de vida saludable[4][5].