Marcha de las Mujeres en Washington

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La Marcha de las Mujeres en Washington fue un evento crucial que se celebró el 21 de enero de 2017, un día después de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Formó parte de un movimiento global que abogaba por los derechos de las mujeres, la igualdad y la justicia social. La marcha en Washington, D.C., atrajo a cientos de miles de participantes, mientras que millones más se unieron a marchas similares en todo el mundo. El evento surgió de la preocupación por las políticas y la retórica de Trump, consideradas amenazas a los derechos de las mujeres y la igualdad social. La marcha enfatizó una agenda amplia, que incluía la igualdad de género, los derechos civiles, la reforma sanitaria, la protección del medio ambiente y los derechos LGBTQ+. Se destacó por su carácter pacífico y la diversidad de participantes, sin que se registraran arrestos en las principales ciudades. El movimiento impulsó el activismo continuo a través de iniciativas como la campaña "10 Acciones para los primeros 100 Días". A pesar de las críticas sobre la inclusión, la marcha contribuyó a impulsar el debate sobre el feminismo interseccional y la justicia social, influyendo en movimientos posteriores como #MeToo.