
Monte Etna
VolcanoSobre
El Etna, situado en la isla italiana de Sicilia, es el volcán más activo de Europa. Se alza a 3329 metros (10 900 pies) y tiene una circunferencia en la base de unos 150 kilómetros (93 millas). Es conocido por sus frecuentes erupciones, documentadas desde el año 1500 a. C., lo que lo convierte en uno de los volcanes con mayor historial de erupciones[1][3]. El volcán presenta cuatro cráteres en su cima: Bocca Nuova, Voragine, Cráter Noreste y Cráter Sureste[2]. Las erupciones del Etna se caracterizan por la actividad estromboliana, que produce ceniza, tefra y fuentes de lava. La lava del volcán es viscosa y de movimiento lento, lo que representa una amenaza menor para las poblaciones cercanas[4]. A pesar de ello, las erupciones en los flancos pueden causar daños significativos en zonas habitadas. El suelo fértil que rodea el Etna favorece la agricultura extensiva, atrayendo a numerosos residentes a sus laderas[5]. La geología única del volcán está influenciada por su posición cerca del límite entre las placas tectónicas africana y euroasiática[2].