
Paz de Westfalia (1648)
Acontecimiento historicoSobre
La Paz de Westfalia, firmada en 1648, fue una serie de tratados cruciales que pusieron fin a las Guerras de los Treinta Años y de los Ochenta Años. Negociados en Münster y Osnabrück, estos tratados marcaron un cambio significativo en la política europea al establecer el concepto de soberanía. Este principio reconocía la autoridad de cada Estado sobre su territorio y asuntos internos, excluyendo la injerencia externa. Los tratados también reconocieron la libertad religiosa, permitiendo a los cristianos de denominaciones no dominantes practicar su fe[1][3]. La Paz de Westfalia sentó las bases de las relaciones internacionales modernas al introducir la diplomacia y la mediación como herramientas clave para la resolución de conflictos. Reconoció la independencia de la República Holandesa y Suiza, y reconfiguró el equilibrio de poder en Europa, con Francia y Suecia emergiendo como potencias significativas. El legado del tratado incluye el desarrollo del derecho internacional y el concepto de no injerencia en los asuntos internos de los Estados soberanos, que sigue siendo fundamental para la política global actual[2][4].