Protestas en Hong Kong

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Las protestas en Hong Kong son una serie de movimientos prodemocracia que se han intensificado desde la década de 1980. Las protestas cobraron impulso en 2014 con el Movimiento de los Paraguas, que exigía un sufragio universal genuino. Sin embargo, la situación se intensificó en 2019 cuando un proyecto de ley de extradición provocó manifestaciones masivas. A pesar de la retirada del proyecto de ley, las protestas continuaron, centrándose en demandas más amplias, como una investigación independiente sobre las acciones policiales y el sufragio universal. Los manifestantes se han enfrentado a una mayor vigilancia y represión, incluyendo el uso de tecnología de reconocimiento facial y la prohibición de las mascarillas. A pesar de estos desafíos, los manifestantes se han adaptado con contramedidas creativas, como el uso de mascarillas y el desmantelamiento de la infraestructura de vigilancia. Las protestas ponen de relieve las tensiones entre el deseo de autonomía de Hong Kong y el creciente control de China. Las organizaciones de derechos humanos han criticado las acciones del gobierno, enfatizando la necesidad de respetar los derechos de reunión y expresión. Las protestas se han convertido en un símbolo de resistencia contra el poder estatal y la vigilancia tecnológica.