Salto olímpico de 1996 de Kerri Strug
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El salto olímpico de Kerri Strug en 1996 es uno de los momentos más emblemáticos de la historia de la gimnasia. Durante la final por equipos de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Strug tuvo que asegurar la medalla de oro para Estados Unidos. Tras una caída en su primer salto, que le lesionó el tobillo, Strug se enfrentó a una enorme presión para lograr un segundo salto con éxito. A pesar de la lesión, decidió valientemente intentar otro salto, motivada por el apoyo de su entrenador Béla Károlyi. La determinación de Strug dio sus frutos, ya que logró su segundo salto con una marca crucial de 9.712. Aunque saltó ligeramente sobre su pierna sana debido a la lesión, su actuación fue suficiente para asegurar el oro para el equipo estadounidense. Este momento demostró la determinación y la resiliencia de Strug bajo una presión extrema, consolidando su lugar en la historia olímpica. El equipo estadounidense, conocido como los Siete Magníficos, logró su primer oro por equipos en gimnasia, marcando un hito significativo para la gimnasia estadounidense.
