
Vehículos autónomos
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Los vehículos autónomos, también conocidos como coches autónomos, son sistemas tecnológicos avanzados que pueden funcionar sin intervención humana. Utilizan una combinación de sensores como cámaras, radares y lidar para percibir su entorno y tomar decisiones en tiempo real. Estos sensores recopilan datos del entorno, que posteriormente son procesados por un software sofisticado para navegar por las carreteras, reconocer obstáculos y seguir las normas de tráfico. La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) clasifica los vehículos autónomos en seis niveles de automatización, que van desde el Nivel 0 (sin automatización) hasta el Nivel 5 (automatización completa). Tecnologías clave como la inteligencia artificial (IA) desempeñan un papel crucial en la mejora de la seguridad y la navegación en vehículos autónomos. Los algoritmos de IA pueden predecir los movimientos de otros vehículos y peatones, lo que permite que el coche reaccione rápidamente. Empresas como Tesla aprovechan la IA y el aprendizaje automático para mejorar sus sistemas autónomos, utilizando datos de vehículos existentes para entrenar algoritmos. Si bien persisten desafíos, como la gestión de las condiciones meteorológicas y los escenarios de tráfico complejos, los vehículos autónomos prometen beneficios significativos, como la reducción de accidentes y una mayor movilidad para las personas mayores y con discapacidad. Sin embargo, para alcanzar la autonomía plena (Nivel 5) todavía es necesario superar obstáculos tecnológicos y regulatorios.