Control de los niveles de colesterol

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Controlar los niveles de colesterol es crucial para mantener la salud cardíaca. El colesterol es una sustancia cerosa presente en la sangre, con dos tipos principales: colesterol LDL (malo) y colesterol HDL (bueno). Los niveles altos de colesterol LDL pueden provocar la acumulación de placa en las arterias, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Los factores que contribuyen al colesterol alto incluyen la dieta, la genética y el estilo de vida, como el tabaquismo y la inactividad física. Los cambios en la dieta, como la reducción de las grasas saturadas y trans, pueden ayudar a reducir los niveles de LDL. Un control eficaz del colesterol implica una combinación de cambios en el estilo de vida y, si es necesario, medicación. Una dieta cardiosaludable prioriza los cereales integrales, las frutas, las verduras y las proteínas magras. La actividad física regular, como caminar o montar en bicicleta, y mantener un peso saludable también son beneficiosos. Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol puede reducir aún más el riesgo cardiovascular. En algunas personas, se pueden recetar medicamentos como las estatinas para reducir los niveles de colesterol. El seguimiento y los ajustes regulares bajo la supervisión de un profesional de la salud son esenciales para un control óptimo.