
Crac bursátil de 1987
Acontecimiento historicoSobre
El desplome bursátil de 1987, conocido como Lunes Negro, se produjo el 19 de octubre de 1987. Fue un evento global en el que los mercados bursátiles se desplomaron, con el Promedio Industrial Dow Jones (DJIA) experimentando una caída récord del 22,6% en un solo día[1][2]. El desplome no se limitó a Estados Unidos; afectó a los mercados de todo el mundo, provocando pérdidas estimadas en 1,71 billones de dólares[5]. La causa inmediata fue una combinación de factores, entre ellos la sobrevaloración de las acciones, las preocupaciones económicas como el aumento de los tipos de interés y los déficits comerciales, y la introducción de nuevas tecnologías financieras como la negociación programada y los seguros de cartera[3][4]. Tras el desplome, se implementaron reformas significativas, incluyendo la implementación de disyuntores para evitar caídas rápidas similares en el futuro[2][3]. La Reserva Federal intervino proporcionando liquidez para estabilizar los mercados[4]. A pesar del temor a la inestabilidad económica, el impacto en la economía real fue limitado gracias a las rápidas respuestas de la política monetaria en varios países[5]. El evento destacó la interconexión de los mercados financieros globales y el potencial de las innovaciones tecnológicas para amplificar la volatilidad del mercado[4].