Lunes Negro (1987)

Sobre

El Lunes Negro, ocurrido el 19 de octubre de 1987, fue el mayor desplome bursátil de un día de la historia. Se registraron importantes pérdidas globales, con el Dow Jones Industrial Average desplomándose un 22,6% y el S&P 500 un 20,4%. El desplome fue inesperado y generalizado, afectando a los mercados de todo el mundo. Entre los factores que contribuyeron al desplome se encuentran el pánico de los inversores, la inestabilidad económica y los sistemas de trading automatizado. Las estrategias de seguro de cartera, destinadas a proteger las inversiones, irónicamente agravaron la situación al provocar ventas masivas. A pesar de su gravedad, el impacto económico global del Lunes Negro fue limitado gracias a las rápidas intervenciones de los bancos centrales, en particular de la Reserva Federal de Estados Unidos. El evento condujo a la implementación de disyuntores para detener la negociación durante fuertes caídas, con el objetivo de prevenir desplomes similares. El mercado bursátil se recuperó con relativa rapidez, y el Dow recuperó sus pérdidas en dos años. El Lunes Negro sigue siendo un momento crucial en la historia financiera, que pone de relieve la interconexión de los mercados globales y el papel de la tecnología en la volatilidad del mercado.