Dejar de fumar

Sobre

Dejar de fumar es un paso importante para mejorar la salud general y reducir el riesgo de diversas enfermedades. Los beneficios comienzan a notarse casi de inmediato. A los 20 minutos del último cigarrillo, la frecuencia cardíaca y la presión arterial disminuyen. Después de 12 horas, los niveles de monóxido de carbono en sangre se normalizan, mejorando el suministro de oxígeno a los tejidos. Durante las siguientes semanas, la circulación y la función pulmonar mejoran, reduciendo el riesgo de infartos y otros problemas cardiovasculares[1][2][3]. Los beneficios a largo plazo incluyen un menor riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y numerosos tipos de cáncer, como el de pulmón, boca, garganta y vejiga. Dejar de fumar también mejora la salud respiratoria al reducir los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el riesgo de infecciones respiratorias. Además, mejora la calidad de vida al mejorar la condición física y reducir las cargas financieras asociadas con los problemas de salud relacionados con el tabaquismo[1][4][5].