Limita las siestas y hazlas cortas

Sobre

Limitar las siestas a periodos cortos es crucial para mantener una rutina de sueño saludable. Las siestas pueden ser beneficiosas para mejorar el estado de alerta y la función cognitiva, pero las siestas largas o tardías pueden interferir con el sueño nocturno. Una siesta rápida, que suele durar entre 10 y 30 minutos, permite a las personas mantener fases de sueño más ligeras, lo que ayuda a evitar el aturdimiento al despertar. Esta duración es suficiente para mejorar el estado de alerta sin entrar en un sueño profundo, que puede interrumpir el sueño nocturno posterior. Las siestas cortas son especialmente beneficiosas para quienes necesitan un impulso de energía rápido durante el día. Mejoran la consolidación de la memoria, reducen el estrés y mejoran la función ejecutiva. Sin embargo, dormir siestas demasiado cerca de la hora de acostarse o tomar siestas largas puede dificultar conciliar el sueño por la noche debido a la acumulación de presión del sueño durante el día. Por lo tanto, el momento y la duración son factores clave para garantizar que las siestas favorezcan la salud general del sueño en lugar de perjudicarla.