
Pescado graso
Categoría alimentariaSobre
Los pescados grasos son un grupo de pescados ricos en ácidos grasos omega-3, esenciales para mantener una buena salud. Entre estos pescados se incluyen el salmón, el atún, las sardinas, la caballa y la trucha. Los omega-3 desempeñan un papel crucial en la salud cardíaca al reducir los triglicéridos, disminuir la presión arterial y prevenir la acumulación de placa en las arterias, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares[1][2][4]. Además, favorecen la función y el desarrollo cerebral, contribuyendo a la salud cognitiva y potencialmente ofreciendo neuroprotección[5]. Los pescados grasos también son una buena fuente de proteínas de alta calidad, vitamina D y diversos minerales. Son versátiles y se pueden preparar de diversas maneras; asar a la parrilla, a la plancha o al horno son opciones más saludables que freír[1][2]. Si bien los beneficios del pescado graso son significativos, es importante consumirlo con moderación debido a posibles contaminantes como el mercurio y los PCB, especialmente para mujeres embarazadas y niños[2][4]. En general, incorporar pescado graso a una dieta equilibrada puede proporcionar numerosos beneficios para la salud y favorecer el bienestar general.