Prevención del raquitismo y la osteomalacia

Sobre

La prevención del raquitismo en niños y la osteomalacia en adultos consiste principalmente en asegurar niveles adecuados de vitamina D. Esta vitamina es esencial para la mineralización ósea, ya que ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo. Las fuentes más comunes de vitamina D son la exposición solar y la ingesta dietética de alimentos como pescados grasos, huevos y productos enriquecidos. Sin embargo, las personas con poca exposición solar o restricciones dietéticas pueden requerir suplementos. Para los bebés, se recomienda un suplemento diario de vitamina D de 400 UI desde el nacimiento hasta los 12 meses, mientras que niños y adultos deben mantener una ingesta diaria de al menos 600 UI a través de la dieta y suplementos si es necesario. Las estrategias de salud pública incluyen la suplementación universal con vitamina D para bebés y mujeres embarazadas, y la suplementación específica para grupos de alto riesgo. La fortificación de alimentos con vitamina D y calcio también puede ayudar a prevenir estas afecciones. Promover la concienciación sobre la importancia de la vitamina D y fomentar cambios en el estilo de vida, como la exposición solar regular y una dieta equilibrada, son cruciales para mantener la salud ósea. El monitoreo regular y la intervención temprana pueden reducir significativamente la incidencia del raquitismo y la osteomalacia, garantizando mejores resultados de salud para las poblaciones afectadas.