Principales récords de la MLB que parecen imposibles de superar

La longevidad y la consistencia necesarias para acumular esta cantidad de hits lo convierten en un récord difícil de romper.

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La rareza de los juegos completos y las blanqueadas en el béisbol moderno hace que este récord sea casi inquebrantable.

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Las exigencias físicas y el riesgo de lesiones de jugar todos los partidos durante más de 16 años hacen que este récord sea extremadamente difícil de romper.

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Si bien no es imposible, el récord es un reto debido a las exigencias físicas y la longevidad necesarias para superarlo.

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El poder constante de Aaron y su longevidad al bate hacen que este récord sea difícil de superar.

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La rareza de las largas rachas de bateo, combinada con las estrategias modernas de pitcheo y el creciente escrutinio mediático, hace que este récord sea difícil de superar.

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La rareza de las asociaciones a largo plazo entre un lanzador y un receptor, combinada con la longevidad de la dupla, hace que este récord sea improbable de superar pronto.

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El declive de las bases robadas en el béisbol moderno, junto con la excepcional velocidad y habilidad de Henderson para correr las bases, hacen que este récord sea casi intocable.

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La estructura moderna de pitcheo, con un mayor uso de relevistas y conteos de lanzamientos, hace muy improbable que cualquier lanzador se acerque a este récord.

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Lograr dos juegos sin hits consecutivos es una hazaña extraordinaria que no se ha replicado desde 1938.

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