Omega-3

Sobre

Los suplementos de omega-3 son ricos en ácidos grasos esenciales, principalmente EPA y DHA, cruciales para mantener la salud general. Estos nutrientes favorecen la salud cardíaca al reducir la inflamación, disminuir los triglicéridos y ralentizar la acumulación de placa en las arterias, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares[3][5]. Además, los omega-3 desempeñan un papel importante en la función cerebral, mejorando capacidades cognitivas como la memoria y la concentración, y favoreciendo el bienestar mental al reducir los síntomas de depresión y ansiedad[2][4]. Además de sus beneficios para el corazón y el cerebro, los omega-3 también contribuyen a la salud ocular al reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad y aliviar los síntomas del ojo seco[1]. Favorecen la salud de la piel y el intestino, y tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a controlar enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide[1][3]. El cuerpo no produce omega-3, por lo que deben obtenerse a través de la dieta o suplementos. Los alimentos ricos en Omega-3 incluyen pescado graso, semillas de lino y nueces, pero a menudo se recomiendan suplementos para aquellos que no consumen lo suficiente a través de su dieta[1][5].