Prevención mediante una mejor higiene del sueño

Sobre

La prevención mediante una mejor higiene del sueño implica adoptar hábitos constantes para mejorar la calidad del sueño. Esto incluye mantener un horario de sueño regular, acostándose y despertándose a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana. Evitar estimulantes como la cafeína y la nicotina antes de acostarse es crucial, ya que pueden interferir con la conciliación del sueño. Además, crear una rutina relajante para la hora de acostarse, como tomar un baño caliente o practicar ejercicios de respiración profunda, ayuda a indicar al cuerpo que es hora de dormir. Un entorno que favorezca el sueño también es esencial. Esto significa asegurar que el dormitorio esté oscuro, tranquilo y a una temperatura agradable. Es importante limitar la exposición a las pantallas antes de acostarse, ya que emiten luz azul que puede inhibir la producción de melatonina. El ejercicio regular puede mejorar la calidad del sueño, pero debe evitarse cerca de la hora de acostarse. Al incorporar estas prácticas en las rutinas diarias, se puede reducir significativamente el riesgo de privación del sueño y mejorar la salud y el bienestar general. Estos hábitos ayudan a regular el reloj interno del cuerpo y promueven un sueño reparador, lo que se traduce en mejores niveles de energía y claridad mental durante el día.