Vitamina D

Sobre

La vitamina D es un nutriente liposoluble crucial para mantener huesos fuertes, la función inmunitaria y la salud general. Ayuda al cuerpo a absorber el calcio, esencial para la mineralización y la densidad ósea. La vitamina D no se encuentra de forma natural en muchos alimentos, pero se puede encontrar en la leche fortificada, los cereales y los pescados grasos como el salmón. El cuerpo también produce vitamina D cuando la piel se expone a la luz solar, aunque este proceso puede verse limitado por factores como la pigmentación de la piel y la disponibilidad estacional de luz solar. La vitamina D desempeña funciones más allá de la salud ósea, incluyendo la regulación del sistema inmunitario y el apoyo al estado de ánimo. Tiene propiedades antiinflamatorias y participa en el crecimiento celular y la función neuromuscular. Su deficiencia puede provocar afecciones como el raquitismo en niños y la osteomalacia en adultos. La ingesta diaria recomendada varía según la edad; los adultos suelen necesitar 600 UI (15 mcg) al día. Si bien los suplementos pueden ayudar a mantener niveles adecuados, un consumo excesivo puede causar hipercalcemia, una afección con síntomas como náuseas y cálculos renales. Los análisis de sangre periódicos permiten controlar los niveles de vitamina D para garantizar beneficios óptimos para la salud.